Cambio y fuera [Uribestiario – ilustrada por Murillo]

Hoy es el día del periodista, una jornada que debería ser de júbilo para muchos colegas, pero que se ve empañada por las condiciones en que viven los comunicadores, tanto económicas como de restricción de sus contenidos. No solo se trata de la mordaza decretada por vía legislativa, sino además, por la ‘autorregulación’ –esa suerte de autocensura preventiva–, y, por desgracia, el asesinato de siete colegas el año pasado en Colombia.

En realidad no hay mucho que festejar. La salida de la Revista Cambio no pudo llegar en peor momento, aguándole la fiesta a tantos y demostrando que en Colombia, pese a lo que se pregone, no hay libertad de expresión. Aunque el grupo Planeta, afirme y repita hasta la saciedad que la salida de esta publicación se debió a motivos enteramente económicos, nadie les cree. Todo se debe a la censura, y en momentos en que en Venezuela se critican decisiones como el cierre de medios. Aquí, en Colombia, suena descabellado criticar lo que sucede en nuestro vecindario si no somos capaces de mirarnos al ombligo.

La prensa tiene enemigos muy grandes, como por ejemplo los regímenes a los que no les conviene que los ciudadanos conozcan las actuaciones indebidas o antiéticas de los funcionarios y personalidades políticas.

Sin embargo, el enemigo más grande que tiene la prensa es el enemigo interno. El periodismo en sí trae un germen de autodestrucción en su interior, el cual fue advertido por Honorato de Balzac, gigante escritor, que pone en boca de uno de sus más notables y controvertidos personajes en ‘Les illusions’, Claude Vignon lo siguiente:

“El periodismo, en vez de ser un sacerdocio, se ha convertido en un instrumento para los partidos; de instrumento ha pasado a ser comercio, y como todos los comercios, carece de fe y de ley. Todo periódico es una tienda donde se venden al público palabras del color que busca. Un periódico no está para esclarecer sino para alagar las opiniones. Así todos los periódicos serán, en un tiempo dado, cobardes, hipócritas, infames, mentirosos, asesinos; matarán las ideas, los sistemas, los hombres y, por eso mismo, florecerán”.

Si eso se decía en el siglo XIX, ya podemos imaginar lo que ha pasado hasta hoy. Los intentos y alcances de la filtración en la información, han sido abordados con gran exactitud por Noam Chomsky. Este lingüista formula un modelo de propaganda a partir de los siguientes filtros:  a) Magnitud, propiedad y orientación de los beneficios de los medios de comunicación; b) Beneplácito de los anunciantes; c) Suministro, “flujo” de noticias desde  lo gubernamental hacia los medios; d) Reforzadores de opinión, coacción, intentos de cooptar a los periodistas (quejas, tutelas, memos, discursos, llamadas de los afectados, …); y, e) El anticomunismo como método de control.  Ese afán de “limpiar”, “curar” o “vacunar” la información, se da en desde una perspectiva sistémica, orgánica, en la que la sociedad adquiere un soma, un “cuerpo social” que toma un cariz inmunológico.

Todas estas talanqueras a la información, explican por qué la opinión nacional es tan superficial y amnésica. Para algunos colegas, el hecho más que trágico ha de parecerles divertido: y es entendible: algo de cómico tiene el hecho de ver a un colombiano que,  con un ejemplar de ‘El Tiempo’ debajo del brazo, camina alegremente con la ingenua convicción de poder enterarse de la ‘verdad’.  O el otro ciudadano que en la panadería del barrio analiza, con un incierto ademán de afectación, los titulares en rojo sangre de cualquier tabloide sensacionalista. O el emergente, clase promedio –sin medios–, que con la revista Semana  cree que ha comprado con el esfuerzo de su trabajo una mejor información con respecto a los demás. Esto sin hablar aún de aquellas personas que asiduamente  sintonizan noticieros, los cuales antes que brindar una información equilibrada, se han convertido en elementos propagandísticos, en una mezcla de la telepantalla del Gran Hermano y la televisión mural de Fahrenheit 451.

Los medios, y sus periodistas, al servicio de intereses específicos, del  gran capital inclinan la balanza hacia los fines estratégicos de una clase dirigente o de élite, con lo que más que brindar una información desinteresada, diáfana, que informe oportuna y eficazmente, se dedican a adoctrinar de una manera solapada: Para ello, se abusa del lenguaje, se emplean estratagemas lingüísticas, y se explotan los miedos y la aparente ignorancia de las audiencias . Antonio Caballero compuso para alguna columna este párrafo lapidario:

«(…)Y los periodistas. Nosotros los que llamamos “creadores de riqueza” a los empresarios piratas, y “próceres de la patria” a los políticos corruptos. ¿Conocen ustedes, lectores, periodistas peores que los colombianos? Los de la prensa escrita, los de la televisión, los de la radio. No saben buscar la información, ni saben darla. No saben leer, no saben escribir, no saben hablar, ni saben de qué hablan. (…) Aquí los toreros, los cirujanos, los ciclistas, los poetas, los artesanos y los músicos no se atreven a denunciar la mentira de los que vivimos del cuento: los periodistas, los juristas, los políticos. Nos tienen miedo».

Feliz día del periodista, a los que aún son dignos y no se venden. A los otros, obnubilados por las mieles del poder y los premios de las sociedades de mutuos elogios, una advertencia: USTEDES SERÁN JUZGADOS POR LA HISTORIA Y POR LA OPINIÓN REALMENTE FORMADA, Y SERÁN IRREMEDIABLEMENTE CONDENADOS AL OLVIDO.

9 comentarios en “Cambio y fuera [Uribestiario – ilustrada por Murillo]

  1. El periodismo en Colombia está herido de muerte»
    En su día, periodistas denuncian estado de terror en Colombia
    Por: Agencias

    Fecha de publicación: 09/02/10

    Hollman Morris y Claudia Julieta Duque, periodistas colombianos
    Credito: Agencias

    Bogotá, febrero 9 – Los periodistas Hollman Morris y Claudia Julieta Duque, que han sido amenazados, denunciaron el estado de terror en que viven los informadores en Colombia, donde este martes se celebra el Día del Periodista en coincidencia con el cierre de la histórica revista Cambio.

    «El periodismo en Colombia está herido de muerte y en el día de hoy tiene poco que celebrar y mucho que denunciar», señaló Morris, director del programa Contravía.

    Morris y Duque presentaron en una rueda de prensa pruebas de amenazas, acoso y seguimiento contra ellos y sus familias, y dijeron que el principal responsable es el propio presidente de Colombia, Álvaro Uribe.

    «Las pruebas y testimonios judiciales que están en poder de la Fiscalía General y la Corte Suprema de Justicia son contundentes en señalar la responsabilidad del jefe del Estado, por acción y omisión», dijo Morris, un periodista que relata a través de Contravía una crítica visión del conflicto armado colombiano.

    Contravía nació en 2003 a iniciativa del Programa Andino para la Democracia y los Derechos Humanos y tras una interrupción de varios meses se volvió a emitir en el Canal Uno de la televisión colombiana el pasado septiembre, pero ha sido siempre Internet el mayor canal de difusión del programa. TeleSur también lo ha puesto en sus pantallas.

    Morris fue retenido en febrero de 2009 cuando se disponía a llegar al lugar donde iban a ser liberados varios rehenes por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). En esos momentos, el Gobierno le acusó de ser «afín» a esa guerrilla y las autoridades le requisaron el material periodístico.

    Duque, por su lado, partió al exilio después de que en 2004 concluyera una investigación sobre el asesinato del periodista y humorista Jaime Garzón presuntamente a manos de paramilitares.

    Aquel documental incrementó la persecución de la comunicadora hasta obligarle a irse al exterior, donde -aseguró- siguió sometida al seguimiento tanto en España como en Chile.

    Duque también es autora del informe «Fiscalía General de la Nación: Una esperanza convertida en amenaza, balance de Luis Camilo Osorio», en el que investigó la infiltración de los paramilitares en ese ente durante la gestión de Osorio.

    La informadora ha llegado a recibir llamadas del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, servicio de inteligencia), según los documentos que presentó hoy, en las que amenazaban a su hija de diez años.

    Morris y Duque dijeron que tanto ellos como sus familias continúan en riesgo, así como al menos otros 16 periodistas colombianos, entre ellos Carlos Lozano, director del semanario izquierdista Voz, y Alfredo Molano, columnista de El Espectador.

    Molano espera, precisamente, en estos días sentencia tras ser denunciado por la familia de la ex canciller María Consuelo Araujo, a la que el periodista vinculó con el paramilitarismo después de que el padre y hermano de la ex canciller de Uribe fueran detenidos.

    Duque, que hoy reconoció haber violado el secreto de sumario de su caso al presentar las pruebas, dijo haberlo hecho por «el derecho a la vida», al explicar que hoy sigue viva «gracias a las Brigadas de Paz», una ONG que da protección a víctimas.

    En este contexto, el presidente Uribe dijo hoy a RCN Radio que su Gobierno «seguirá haciendo todos los esfuerzos para que el periodismo en Colombia sea libre».

    Estas declaraciones tienen lugar en la misma semana en que se anunció el fin de la revista Cambio.

    El semanario Cambio ha denunciado casos de corrupción y escándalos como el otorgamiento de subsidios agrícolas a terratenientes, el espionaje del DAS a opositores, periodistas y magistrados, o las ejecuciones extrajudiciales cometidas por el Ejército.

    El ya ex director de Cambio Rodrigo Pardo comentó a Caracol Radio que «es paradójico que coincida la celebración del Día del Periodista con el cierre de un medio que durante 17 años hizo un gran periodismo, fue un espacio de opinión distinto y diferente».

    Por su lado, la ex subdirectora María Elvira Samper, despedida al igual que Pardo, calificó de lamentable el hecho y consideró que el cierre tiene razones distintas a las económicas que alegan.

    «Yo siento que fuimos incómodos para el poder», concluyó Samper, en un día que todos calificaron de «triste» para el periodismo colombiano.

  2. Felicitaciones uribestiario, calidad de periodismo el suyo, un medio alternativo que combina el humor ,con la información de la otra cara de la moneda; este blog es un oasis en el desierto, gracias… soy una sidua visitante de esta página…. ne hace muy feliz, leo todos, todos los comentarios.

  3. Sinceras felicitaciones a todos los periodistas independientes en su dia,especialmente al señor Juan Gomez,mas conocido como Uribestiario.

  4. Por que bajaron el tema de arias que esta candente.
    En fin, minimo que uribito quiere hacer lo mismo al noticiero 1, buscar la forma de cerrarlo, sea de forma economica, legal o a las malas.

    Tan raro si dicen ser exitosos, que tienen muchos lectores no se contradicen que lo cierran por cuestiones economicas. Sigo como todo el mundo, razones politicas.

    Mientras se cierran los medios que dice la verdad, huevobdulio gaviria saldra con sus revistas manipuladoras y tergiversadoras. Luego le haran un aire o publicidad que es un intelectual, que saldra con noticias al estilo burrisatti. Entonces quedaria solamente el canal uno, y todos los medios contraataquen a este medio. Ademas el noticiero canal es uno es excelente pero no puede cubrir todos las noticias, ya que un medio de informacion ayuda a otro compartiendose informacion o uniendose para una investigacion.

    Eso es el resultado por que cambio se metio con los oligarcas que recibieron ais y uribito quedo descubierto como una ficha corrupta mas del uribismo con pruebas legales. Cambio les dio duro a la oligarquia colombiana, mas duro que los golpes de frontera que ha hecho chavez o incluso la yidispolitica para opiniones de algunos.
    Ahora la campaña de uribito corrobora las investigaciones en ais sobre la campaña presidencial.

    Como estamos en fecha de seguridad democratica, el narcogobierno no le sirve ahora amenazarlos de muerte o chuzarlos, sabiendo que los ojos del mundo estan sobre colombia. Ya quisieron matar profesionalmente a Hollman Morris y no lo lograron, querian vincular Coronell tambien, pero nada. Las evidencias solidas siempre permanecen y prevalecen.

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